Se fue con el Viento. A Iván Barlaham Montoya por: Paola Caro
El maestro, compañero y amigo Iván Barlaham Montoya partió el jueves 24 de agosto, 3 días después del eclipse solar del año 2017.
Este será el
primer Desfile de Cali Viejo sin Iván Montoya, el maestro de maestros que por
más de una década interpretó a Jovita Feijóo, la Reina Eterna de Cali, cada 28
de diciembre durante la Feria.
Aunque injusto
es afirmar que solo la interpretaba cada año, Iván vivía a Jovita todos los
días, ella era mucho más que un personaje, Jovita era su amiga, su confidente,
su compañera y su musa, su inspiración desde la juventud, cuando por primera
vez llegó a Cali desde Sevilla Valle, y como un déja vu, la encontró de frente, lo miró a los ojos e impacto directo a su espíritu de artista, convirtiéndose
Jovita sin saberlo ni pretenderlo en su inspiración y compañera de por vida.
En el año 2012 tuve la oportunidad de conocerlo, de estar cerca y participar en dos defiles de Cali Viejo en su caravana, una de ellas la última. Estábamos en apuros durante los preparativos para la carroza encabezada por
Iván “Jovita y sus vuelos de Locura” para el 28 de diciembre, día del desfile
de Cali Viejo. Fue un día muy agotador, en especial para Iván, que a pesar del calor, del hambre, de la presión
psicológica y social para que todo saliera de la mejor manera, siempre continuaba
hasta el final, adolorido, extenuado, magullado, a la vez incansable guerrero.
A pesar de la
fuerza vital que siempre manifestaba, era evidente que su cuerpo ya no
aguantaba semejantes trotes, y ese último desfile dejó su cuerpo mucho más
quebrantado que antes, como si el cansancio, los moretones, las ampollas de los
años anteriores se hubieran acumulado y ahora le cobraban factura, aunque su
fuerza vital se mantenía intacta, su cuerpo decaía con los días.
El maestro Iván conservó su
energía hasta el último instante, sus ganas de vivir, su vocación y
sensibilidad hacia el arte, el teatro, la historia, la memoria, la poesía y su inspiración
Jovita Feijóo. Proyectos a los que dedicó su vida y su obra hasta el final,
siempre atento, dispuesto, siempre vivo sobre las tablas del teatro, en su dedicación en la escritura, en una explosión de sentimientos, o bien para
salir vestido como un bebe al supermercado para que al ridiculizarse como
infante lo trataran de mayor.
Después del
eclipse solar del 21 de agosto esperado por décadas, se apagó la voz del
contador de historias, del sátiro, del niño juguetón y tierno, a la vez el
crítico mordaz, capaz de ver en el núcleo, en la raíz misma de las cosas, siempre puntual en contra de la
mediocridad y del vicio.
“Que tu vicio
sea el arte, el pintar, el leer, escribir, el contar historias, por la
marihuana y las drogas es que en esta ciudad no piensan, las fiestas, la
prostitución, el fútbol es lo que hace que esta ciudad no prospere, el fútbol es lo que tiene a este país en la pobreza, en la ruina, ya nadie quiere pensar
mientras los adultos se drogan y ven la tv, los niños juegan, siguen el ejemplo
de sus padres, por eso todos estamos jodidos, menos mal yo ya casi me voy”
Eran algunas de
sus palabras, decía que ya no le gustaba ni salir al balcón, porque siempre
veía el mismo cuadro de jóvenes en el parque enmariguanados, y a las mujeres
que preferían ofrecerse como servicio. Vivía en un lugar muy agradable, bohemio,
una terraza al frente del parque alameda, en donde se veía un afiche grande de
Jovita, era una alegría porque al pasar y verlo uno sabía que Iván estaba bien
en casa, pero ya no se ve, ya no hay colores en su casa que ahora se vistió de gris.
Es muy triste la
realidad de este país, que olvida y condena a sus artistas, Iván Montoya dedicó
toda su vida al teatro, a la escritura, al arte, sin embargo ese trabajo apenas
le daba para sobrevivir, murió esperando las promesas de pensión, de
reconocimiento público y económico hechas por su amiga política, pero como toda
promesa de político, el maestro murió a los 88 años esperando una remuneración que
jamás llegó, los pocos reconocimientos llegaron pero tarde, y al igual que Jovita, se fue esperando la promesa de la casa del Virrey.
Pero no te preocupes Iván que nunca serás olvidado, aunque tu carroza ya no se levante más querido amigo, tu caravana de locos artistas se levantara en donde menos se espere, siempre serás recordado, extrañado, amado como una orquídea que solo florece una vez en la vida, gracias por permitirnos conocerte, ahora que eres parte del aire, vuela querido amigo.
Pero no te preocupes Iván que nunca serás olvidado, aunque tu carroza ya no se levante más querido amigo, tu caravana de locos artistas se levantara en donde menos se espere, siempre serás recordado, extrañado, amado como una orquídea que solo florece una vez en la vida, gracias por permitirnos conocerte, ahora que eres parte del aire, vuela querido amigo.
Paola Caro
Departamento de Artes Visuales y Estética (DAVE)
Universidad del Valle
2012 - 2020
jovitaescali@gmail.com